23 de febrero de 2014

Paisaje para una novela 49


Calle Luchana (Madrid)
Volvió al barrio viuda, con dos hijos, un perro y un descapotable.
Para entonces yo estaba casado tenía dos críos, un perro y me había quedado calvo.

(Mangas verdes. Francisco Merlo)*

*Título y autor ficticios.



Paisaje para una novela 48

Cuatro Caminos (Madrid)
-Te has vendido al capital, bromeó Luisa cuando Álvaro le dijo que iba a empezar a trabajar en una embotelladora de Coca Cola.
Aquella veinteañera anticapitalista ahora compartía con Álvaro un hijo y una hipoteca. Y no estaba para bromas.

(Adiós Mr. Marshall. Luis García Isbert)*

*Título y autor ficticios.


 

Paisaje para una novela 47

Estambul.
Callejeando por Ortakoy,  Luisa se encontró de repente frente a una van como aquella de Cucho. El viejo cacharro le transportó en un segundo a Los Caños de Meca. Olía a porro y ella hacía el amor en la parte de atrás.
Llevo demasiada ropa, se dijo al verse reflejada en la ventanilla. Y continuó su paseo con las demás damas de la Comisión.


(Cool para ojos. Dolors Plá)*


*Título y autor ficticios. 


19 de febrero de 2014

Escaparates


Una ventana abierta al mundo
Fíjate en estos. Son escaparates de distintas tiendas de distintos lugares del mundo. Cada uno del suyo. No podrían ser de otro sitio.










14 de febrero de 2014

A hacer manitas


Día de los enamorados
Nunca he celebrado el día de San Valentín y eso que, para bien y para mal, he ido pasando de una pareja a otra sin grandes lapsus. No soy en general muy partidario de los días de nada pero, ya que hay días de todo, reivindico este que, por una vez, no recuerda ninguna guerra, ni enfermedad ni injusticia.
Celebremos pues la felicidad efímera y tontorrona del enamoramiento que además es gratis. Diga lo que diga El Corte Inglés.

11 de febrero de 2014

Mear en Madrid

Que no es lo mismo que me cago en el alcalde.
Ya se que tenemos alcaldesa - no me lo recuerdes- pero para ser justos hay que decir que el problema viene de mucho antes de que ella empezara a ponernos en ridículo.
No puedo decir exactamente cuando empezaron a eliminar los aseos públicos de las calles. Me temo que fue durante el reinado de un alcalde concienciado que decidió que el mantenimiento de un servicio público era un trabajo denigrante. Sobre todo teniendo en cuenta que éramos un país rico (ya te digo: la 8ª potencia mundial).
Los ricos también meamos. Y si bien podemos pagarnos un café para acceder a un mingitorio también es cierto que esta práctica ha disparado los casos de atacados de los nervios. Por otra parte, si no fichas en la barra camino del WC te arriesgas a que te increpen, te planten en la cara el cartel solo para clientes, te humillen... ¿Meador furtivo? Es una opción. Yo he criticado mucho mear el la calle pero ¿cual es hoy la alternativa?¿Encerrarte en uno se esos wc´s automáticos en forma de supositorio? ¿Quién puede relajar el esfinter en un tubo que amenaza con poner en marcha el sistema de autolimpieza contigo dentro? Y ni una ventana. Perdona pero yo soy claustrofóbico.
 

9 de febrero de 2014

De mani a mani


 
Y tiro por que me toca.
Dejé atrás la manif de la Francia mohosa y me topé con la de los de Ucrania.
Se reunen los domingos en la Plaza de Colon para llamar la atención sobre la situación de su país.
Saben los ucranianos que la opción europea, que defienden frente a Rusia, no les hará mas ricos pero les hará mas libres. O eso esperan. Mientras, el moho francés (nuestra caspa) crece y se organiza para recortar libertades.
El domingo pasado mi paseo empezó a parecerse demasiado al telediario asi que me volvi a casa. Hoy ni siquiera he salido: está todo tan gris y tan feo.

3 de febrero de 2014

La manif


Deja que te lo explique
Lo que se ve al fondo es una manifestación: La manif pour tous en contra de Le mariage pour tous , el proyecto de ley de matrimonio homosexual en Francia. Unos cuantos franceses se manifiestan junto a otros homófobos españoles.
En primer plano, una pareja ajena a la confabulación franco española.
Es Madrid, donde salir a pasear una bonita mañana de domingo es cabrearse.